Educación híbrida y a distancia

En las últimas décadas, la educación superior se ha visto influenciada por una importante y creciente mediación tecnológica. Hoy con el impacto provocado por la pandemia, esta mediación se ha profundizado, con exigencias cada vez más focalizadas hacia la educación híbrida y a distancia, lo cual se aplica a un contexto mayor de personas y comunidades del ámbito educativo.

Sin perder el genuino interés por la noble y experimentada educación presencial, los retos actuales reclaman una educación híbrida con alta suficiencia para atender las necesidades presentes y futuras con alto nivel de efectividad. Por ello, se hace necesario conjugar esfuerzos en la creación y desarrollo de métodos de gestión educativa y tecnológica que tengan como base, la formación en el marco de una mejor calidad de vida y el aprovechamiento efectivo del potencial tecnológico.

Esto redunda en beneficio de la realización personal en los diversos ámbitos personales, familiares, profesionales y ciudadanos, para fomentar la calidad de vida en sentido inclusivo y global. Situación que amerita una visión educativa fortalecida en los ambientes híbridos (educación presencial y mixta) y virtuales, con opciones que no son del todo nuevas, pero si innovadoras en su desarrollo, gestión y resultados. Así se valoran los cambios de dirección, hacia distintos tipos de usuarios: estudiantes a tiempo completo, estudiantes jóvenes profesionales activos y comunidades de adultos mayores profesionales o no.

Se aspira a incorporar nuevas modalidades de formación virtual, frente a la conocida tendencia de educar para toda la vida (long learning), válida pero insuficiente, mediante la flexibilización curricular de las instituciones para la creación de modalidades cortas de formación híbrida, de alto impacto profesional. Para atender los requerimientos de la era digital, han surgido nuevos itinerarios de formación personalizados, con credenciales alternativas para certificar habilidades en el desarrollo de nuevas competencias, complementarias a las carreras convencionales.

A este esquema se adscriben las ofertas virtuales de titulación para personas adultas de cualquier edad y profesión, cuya calidad de vida puede ser mejorada desde la titulación no convencional. La educación híbrida y a distancia se vislumbra, entonces, en un contexto de interés y responsabilidad colectiva, de inclusión, solidaridad, equidad y colaboración. Cuenta para ello con un imponente potencial tecnológico que aún no está disponible para todos los grupos sociales como sería lo deseable.

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